Nada de plasma, nada de sangre
es savia lo que corre por tus venas
la siento circular, conozco como te alimenta.
Toda verde
toda madera
toda agua,
en vos los elementos se confunden en una perfección para mí
el verde de la primavera
la leña para el fuego de mi invierno
el fruto que refresca mis veranos
y el colchón de hojas donde paso los otoños.
Pura, inquieta, rebelde
la niña de mis fantasías y de mi realidad.